proyectos | Viabizzuno progettiamo la luce

el proyecto, ideado y realizado por henry timi, diseñador y director artístico de la marca, refleja su filosofía de búsqueda de la perfección estética. en una antigua fábrica de 1935, en la zona residencial de corso 22 marzo, se articulan 800 m2 de diseño puro: la exposición extra, sede de toda la colección de la marca y de eventos dedicados al diseño. el espacio, parcialmente reacondicionado, conserva su alma industrial como patrimonio de la memoria, un recuerdo de un pasado propio del siglo xx milanés. se han eliminado los elementos añadidos a lo largo de los años, para así recuperar la esencia original. para llegar a la sala de exposición, oculta entre los edificios del siglo pasado, hay que atravesar por el interior del patio, un auténtico paseo arquitectónico, caracterizado por varias sensaciones matéricas naturales; todo ello para dar la bienvenida a un mundo exclusivo. la entrada, estudiadamente estrecha, y el corredor anexo a la misma, ocultan la vista al visitante para después sorprenderlo con un espacio amplio, luminoso, puro: la sala de exposición muestra una dualidad que caracteriza los dos locales principales, dos mundos contrapuestos para dos funciones distintas. la planta baja se desarrolla siguiendo las líneas naturales de la ventanas, los pilares y las claraboyas que, creando una trama tridimensional, se convierten en guías para situar los objetos y crear secciones-taller. se trata de un espacio diáfano, modelado por la luz natural procedente de las grandes ventanas industriales y de las claraboyas, y por la luz artificial, situada en modo continuo y uniforme entre el muro y el banco, resaltando su monumental tamaño, que se extiende por los 35 metros de longitud del local. la luz en el centro de este espacio sigue paralela la línea del banco, creando un carril de luz que contribuye aún más a resaltar el aspecto longitudinal del ambiente y del recorrido. en este espacio se hallan en exposición algunos objetos y productos de la marca extra, que se funden con objetos, cuadros, esculturas temporalmente establecidas en la sala. cuatro mesas cuadradas, de 180 cm por cada lado, se convierten en auténtico laboratorios de consulta de materiales y de experimentación; un juego de escenarios y cortes horizontales se convierte en área de trabajo, recepción y oficinas. la sala de exposición en la planta subterránea cumple una función distinta: exposición permanente de gran parte de la colección extra. en la colección se encuentran también los objetos de primera necesidad proyectados por mario nanni: la ventana mnpv1, fabricada por piavevetro, la mesa piano veloce, el asiento la seggiola y el riposami de extra, el lavabo foglio d'acqua de rapsel. el producto limpio, lineal y monolítico, expuesto en los tonos puros del blanco, y el local, que se ha dejado completamente en estado rústico, con las marcas del tiempo y de los años de actividades, crean un contraste único, una emoción sin par, realzándose recíprocamente. el espacio, reducido a lo esencial, alberga así los productos y la luz que, completándose mutuamente, crean una ambientación escenográfica. la trama de la planta baja, que se replantea en la planta subterránea, determina la posición de los productos, de las formas y de los colores puros, que se transforman en protagonistas absolutos, realizados por haces de luz que guían el ojo del visitante y crean un efecto teatral en el ambiente. la dualidad de mundos contrapuestos es una respuesta a la necesidad y funcionalidad de los espacios. la planta subterránea, en su aislamiento, muestra su imperturbabilidad temporal, mientras la planta baja, con sus cambios y mutaciones, resalta las experiencias matéricas de búsqueda, gracias a la luz que modifica su atmósfera en cada momento. todo ello enmarcado en el encanto de lo exterior que, acogiendo instalaciones de importantes diseñadores contemporáneos, al ponerse el sol, con la complicidad de puntos de luz artificial, da vida a un juego de intrigantes sugestiones visuales.